sábado, 25 de octubre de 2008


clasificados

Tiempo (Cap II)


- Pasá, te estaba esperando-
- ¿que está pasando Ursula?
- por favor, sentate en el sillón, hay algo que tenemos que hablar-

Estas lágrimas que están corriendo por mis mejillas, son las mismas que de a poco fueron apagando las llamas de nuestro amor. Juan, siempre te he querido, pero descubrí que jamás lograré ser feliz a tu lado.
Y no se trata de mí ni de vos, es que lamentablemente, no somos los mismos de antes.
Era sólo una niña cuando en tus brazos me cobijaste, y cuando creí que realmente te amaba.
Hay que aceptarlo, así como es, el reconciliarnos una y mil veces creo que no es solución, morderte los labios y endurecè el corazón: Juan, se ha ido el amor
Ursula, me estas desgarrando el alma, yo sé que tenemos nuestras diferencias, pero bruja... Todos las tienen.
Por favor Juan, no soporto más esta situación, sé que va a ser totalmente duro, y no te engaño, también voy a extrañarte, fueron tantos años, pero es mejor así, debemos aceptarlo.
Me duele hasta el alma, pero no me puedo seguir engañando. Te quiero mucho, pero esto no da para más.
Dejémoslo así, sobre la silla hay un bolso, donde puse tus medias, pijama y cepillo de dientes.
No me mires, así, esto es por los dos, sé q vas a encontrar alguien que sea tu zapato, yo soy tu piedra...

Jamás entendí hasta ahora la frase de Sabina: "y el portazo sonó como un signo de interrogación".
¿Que voy a hacer de mi vida?, son tantos los recuerdos que tengo anidados en mi corazón, tantos sueños, metas y proyectos.
Duele tanto saber que la vida es una rueda, y que el destino nos toma como juguetes...
Mi corazón hoy se partió en mil pedazos, y será muy difícil reconstruirlo.
La pavita está en el fuego, prendí un sahumerio y un poco de jazz
Mi mente empieza a viajar hacia atrás, hasta que encuentro la figura de aquel tipo en el bar.
Jamás lo volví a ver, tampoco lo veré. No tengo idea de quien es, pero despertó en mí la conciencia que había perdido.
Nunca lo amé, ni siquiera sé quien es, ni su comida favorita o como le gusta el café, no conozco su voz ni su pasión. Pero me conocí a mí.
Ese extraño me dio la apertura que necesitaba en mi mente.
El amor no se viste de Oscar de la Renta, no anda en Corola y no toma Nuisotto
El amor viste la piel, anda en la cama y toma pasión...
Duele desprenderse de infinidad de recuerdos, pero duele mucho más perdernos en orgullos que no hacen más que amargarnos la vida y vestirnos de seda, cuando al fin y al cabo el corazón herido es lo que queda.