domingo, 8 de marzo de 2009

Pecados capitales (cap 1 )


Ya estoy en mi departamento, les alegrará saber que conseguí empleo como columnista de un programa de radio.
Tengo que tocar un tema bastante jodido, con muchos pros y contras. Les cuento la historia que me contó mi entrevistada, Maria Elena y me dicen sus posturas al respecto.
Marie, como le gusta que la llamen, tiene 24 años, es estudiante de Ingeniería Civil y es oriunda de Santo Tomás, un pueblo de La Rioja
Tiene un departamentito que sostiene con su trabajo de: moza, lavacopas, delivery y lava pisos, en una empanaderia conocida de la ciudad; sus padres la ayudan pero el dinero no alcanza para mucho. 
Ignacio era el encargado de hacerle compañía y llamarse su novio desde que tiene 15 años, pero por cuestiones de la vida, él encontró el amor y de un día para el otro, sin más ni menos hablo con ella y le dijo que estaba enamorado de otra persona. La dejó después de 9 años de relación y a los tres meses estaba conviviendo con su actual mujer.
Marie sintió que la vida no tenía sentido, y que perdió toda su juventud al lado de alguien que no supo valorar todo el amor que ella le brindó. Cayó en un pozo depresivo, adelgazó 12 kilos y los estudios le ganaron por cansancio.
Un día Marie miró a su alrededor, vió su casa sucia, el baño era el de una Terminal pública y su atrapa sueños estaba lleno de telas de araña.
Se dijo “esto no dá para más”. Agarró el teléfono, llamo a una vieja amiga y arregló para después de 6 meses, salir a bailar por primera vez.
Música en la casa, maquillaje tirado por todos lados, interminables remeras apiladas en la cama (todas le quedaban grandes) y media botella de vodka vacía, era lo que vió Lucia cuando entró al departamentito.
- Esta noche es mi noche, estoy cansada de esperar a que vuelva y que me diga que se equivocó. El es felíz y yo no tengo nada que ver con eso.-
- ¿Y que vas a hacer?
- Así como estoy, esta noche salgo, conozco a alguien y me subasto para pasarla bien
- Pasame el vodka, que esta noche la rompemos

Batido en el cabello, tacones en mano y el labial un poco corrido, después de dos horas las chicas están entrando a el “Lankaster”. Pueden imaginarse la borrachera que tenían.
Salsa para empezar, los pies haciendo un semi ocho, baile y vueltas. Marie puso sus ojos en el morocho más lindo del lugar.
No demoró mucho en invitarlo a bailar y entre tragos y sonrisas, le dijo: “te tenés que sentir alagado, te elegí para lavar mis penas esta noche”. Un beso basto para que las manos de este morocho se pierdan entre sus faldas y media hora mas tarde iban camino a un hotel.
La lujuria es uno de los mejores pecados capitales dijo, pero al ser un pecado, Marie sabe que lo tiene que pagar de alguna manera.
Estuvo llorando en el café donde nos encontramos, tocando su vientre y diciéndome que no sabe que es lo que va a hacer.
Cobra 1000 pesos mensuales, paga 700 de alquiler, con 300 vive para sus estudios y no sabe el nombre del padre de su hijo.
Está demacrada con un embarazo de 5 semanas, el dinero en la billetera y la tarjeta de una “obstetra” que le cobra 500 por el trabajo. Tiene lágrimas en los ojos, desazón en el alma y la pregunta mas importante de su vida… ¿Lo tiene?