Mundo pequeño mundo, parte II

La trama de la vida fue simplemente una “monotonía”.
Traté todos estos años de ser feliz buscando donde no debía, mi trabajo en la empresa es bueno, mis amistades son cariñosas y mis padres “de las mejores familias del pueblo”, sin embrago algo me faltaba.
Llegue a buscar en la magia pagándole a gitanas para que Damián me quiera, llegué a buscar en libros de psicología del amor cual era mi falla y hasta pensé que mi deforme cuerpo y mi actitud de mandamás hacían que mi relación con los tres perros que tengo en casa sea mas positiva de cualquiera que emprendiera con un hombre.
Hasta que conocí a Flavia, una persona pura, buena, compañera y sobretodo fiel, no me refiero a fidelidad cuernos Úrsula, me refiero a fiel a sus convicciones y sentimientos.
Poco a poco fui comprendiendo que los tabúes y prejuicios que tanto tiempo me inculcaron en mi pequeño pueblo no eran más que esto; tabúes.
La noche que nos besamos por primera vez me di cuenta que mi ser era suyo, mire sus enormes ojos negros y no vi una mujer, vi el ser humano mas hermoso y perfecto que Dios haya podido crear, y lo creo para mí.
Úrsula, yo sigo siendo la misma, sigo siendo tu amiga que te escucha, la loca que cree en chamanes, la que se ríe con tus alegrías y llora con tus desgracias, sólo que ahora mi mentalidad cambio un poco. Ahora soy una mejor persona, porque Flavia me ama y yo la amo y eso, hace que quiera ser una mejor persona para ella cada día nuevo de mi vida.
Por ahí es un poco difícil comprender, pero tal y como te lo dijo Rafael, uno no elige de quien se enamora, el amor ES, y nadie puede cambiarlo.

Alma, la verdad es que me dejas mas que atónita con lo que me estás diciendo, no voy a dejarte de lado ni voy a estar rara con vos, pero dame tiempo para digerir un poco todo esto y tratar de que entre en mi cabeza que por hay cuando salgamos a tomar algo no voy a poder decirte mira a la izquierda para que nos baboseemos juntas con el rubio de la barra.

Sabes que si hay alguien que te quiere esa soy yo y te voy a acompañar en todas tus decisiones esté de acuerdo o no. ¿Quién mas lo sabe?

Pues bien, te diré mi querida Úrsula que a doña Herminia y a Don Pedro no les cayo muy bien la idea de que vayamos con Flavia a pasar la navidad en casa para que se conozcan antes de la boda.

Ah no! ¿¿Boda??? Estás loca? ¿Hace cuanto estas con esta chica Alma? Ta bien, te gustan las mujeres ta bien, te cabe ser una rara todo bien, pero… ¿casarte con alguien a quien recién conoces; que sabes si todo es tan lindo mas adelante? ¿Qué sabes si esta felicidad no es una primera etapa? ¿Qué sabes si después de un tiempo no te das cuenta que era solo una experiencia que tenías que vivir? Que sabes s

¡Úrsula! Si no te arriesgas no ganas, amiga mía, todo es claro para mí ahora, antes de preguntarte tanto que sabes si, debes preguntarte y que tal si… Por ahí, tomar una decisión sin poner peros adelante y planearnos el que sabes si nos deja avanzar en la vida y ser feliz. Que sabes Úrsula si no me equivoco y soy feliz, que sabes Úrsula si me equivoco y aprendo de eso, pero que sabes realmente Úrsula si me quedo con tus miedos y tarde muy tarde me hago la pregunta ¿Qué sabia si lo hubiera hecho?

Llegué atónita a mi casa, mi nueva amiga lesbiana me reveló lo confundida que estuve todo este tiempo en cuestión de 6 líneas. Pongo la pavita en el fuego, preparo unas tostaditas con manteca y miel, dos sorbos, agarro mi cabeza y trato de entender todo lo que pasó.